Elaboración de la guía de entrevista.
(Fragmento de Documento de la Universidad Complutense de Madrid.)
Es necesario elaborar una guía previa que contenga los objetivos perseguidos y los temas y subtemas que han de cubrirse en la entrevista. A veces se añade también un guión de posibles preguntas orientativas, relativamente abiertas, para que sirvan de ayuda durante la conversación, lo que no implica que se tengan que formular tal y como están redactadas ni en el mismo orden; lo fundamental es priorizar la fluidez y naturalidad en la conversación. Aunque el guión no sea sistemático, se tienen que tener presentes en todo momento los objetivos y los temas que deben aparecer, por lo que el éxito de la entrevista dependerá menos de las preguntas mismas que de la capacidad de concentración y conducción en el momento de realizarla (Quivy, 1992).
A pesar de que la guía de entrevista dependerá de los objetivos concretos en cada caso, unas indicaciones generales serían:
• Introducir los temas de la forma menos dirigida posible, para ir dirigiéndolos progresivamente si no emergen de forma espontánea.
• Facilitar la emergencia de los temas y discursos más tópicos al principio de la entrevista ("el ayuntamiento no hace nada", "aquí lo que falta es más policía", "los jóvenes son unos pasotas", etc.), para que a lo largo de la conversación se pueda crear un entorno de mayor profundización.
• Introducir analizadores históricos. Es importante que el equipo de investigación haya estudiado previamente el analizador en cuestión, para poder contextualizar y contraponer los diferentes discursos.
• Dejar para el final de la entrevista las preguntas referidas a redes sociales (relaciones entre administración, entidades y grupos, conflictos personales, etc.).
• La entrevista debe registrarse de alguna forma (vídeo, cassette) para poder ser analizada posteriormente. No obstante, al apagar la grabadora frecuentemente se producen fuertes descargas conversacionales en las que emergen confesiones y discursos muy valiosos; conviene anotar estas ideas antes de que se olviden (respetando, evidentemente, el entorno de confidencialidad en el que se han realizado).
• Hay que prever una duración aproximada de una hora.
Realización.
• En general, es mejor que la entrevista sea realizada por una sola persona, con el fin de facilitar el entorno de empatía que requiere una conversación de este tipo; si la realizan dos personas, una se puede centrar en el seguimiento del guión y la formulación de las preguntas y la otra en tomar notas de campo y en añadir o incidir en determinados momentos de la conversación.
(Fragmento de Documento de la Universidad Complutense de Madrid.)
Es necesario elaborar una guía previa que contenga los objetivos perseguidos y los temas y subtemas que han de cubrirse en la entrevista. A veces se añade también un guión de posibles preguntas orientativas, relativamente abiertas, para que sirvan de ayuda durante la conversación, lo que no implica que se tengan que formular tal y como están redactadas ni en el mismo orden; lo fundamental es priorizar la fluidez y naturalidad en la conversación. Aunque el guión no sea sistemático, se tienen que tener presentes en todo momento los objetivos y los temas que deben aparecer, por lo que el éxito de la entrevista dependerá menos de las preguntas mismas que de la capacidad de concentración y conducción en el momento de realizarla (Quivy, 1992).
A pesar de que la guía de entrevista dependerá de los objetivos concretos en cada caso, unas indicaciones generales serían:
• Introducir los temas de la forma menos dirigida posible, para ir dirigiéndolos progresivamente si no emergen de forma espontánea.
• Facilitar la emergencia de los temas y discursos más tópicos al principio de la entrevista ("el ayuntamiento no hace nada", "aquí lo que falta es más policía", "los jóvenes son unos pasotas", etc.), para que a lo largo de la conversación se pueda crear un entorno de mayor profundización.
• Introducir analizadores históricos. Es importante que el equipo de investigación haya estudiado previamente el analizador en cuestión, para poder contextualizar y contraponer los diferentes discursos.
• Dejar para el final de la entrevista las preguntas referidas a redes sociales (relaciones entre administración, entidades y grupos, conflictos personales, etc.).
• La entrevista debe registrarse de alguna forma (vídeo, cassette) para poder ser analizada posteriormente. No obstante, al apagar la grabadora frecuentemente se producen fuertes descargas conversacionales en las que emergen confesiones y discursos muy valiosos; conviene anotar estas ideas antes de que se olviden (respetando, evidentemente, el entorno de confidencialidad en el que se han realizado).
• Hay que prever una duración aproximada de una hora.
Realización.
• En general, es mejor que la entrevista sea realizada por una sola persona, con el fin de facilitar el entorno de empatía que requiere una conversación de este tipo; si la realizan dos personas, una se puede centrar en el seguimiento del guión y la formulación de las preguntas y la otra en tomar notas de campo y en añadir o incidir en determinados momentos de la conversación.
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