jueves, 2 de abril de 2009

UNA MUJER O CÓMO SE CONSTRUYE LO FEMENINO


Por Marité Colovini


“Una mujer/Debe ser/Soñadora, coqueta/Y ardiente/Debe darse al amor/Con frenético ardor/Para ser/Una mujer”



Indudablemente, la letra de la canción nos presenta un modelo de mujer. Recordemos que comienza diciendo que de no asomarse al amor, una mujer no merece su nombre…….

De nombre, esencia, amor y modelos se hacen el drama y la aventura del hacerse mujer.


1- Consecuencias de la diferencia anatómica de sexos: un anudamiento entre Naturaleza, Cultura y Subjetividad.

Los seres humanos nacemos hembra y macho, sexos anatómicos y cromosómicos que marcan nuestro advenir al mundo desde la primera sanción que, en la actualidad, está a cargo del ecografista.
Y durante casi toda nuestra vida afrontamos el trabajo de “hacernos” hombre y mujer.
La sexuación, operación subjetiva de las más difíciles, se realiza entramando diferentes registros:
-Como decía, está nuestra anatomía, decidida por la genética. XY o XX……fenotipo de varón o fenotipo de mujer. (Desde ese nombre dado a los cromosomas, las mujeres nos caracterizamos por la incógnita: XX.)
-Pero también está el modo en que el discurso social interpreta las diferencias sexuales: ese es el discurso del género, que atribuye valores, normas e ideales a cada uno de los sexos. La canción que utilizo como epígrafe, es parte de éste mismo discurso. Por ello dice cómo “debe” ser una mujer para merecer su nombre: Soñadora, coqueta, ardiente y asomada al amor….
-Finalmente, está lo que, en tanto sujetos deseantes, hacemos con todo eso……y el modo en que declaramos a otros lo que hacemos. Esto es: Nos decimos hombre o mujer……siempre a otros.

Es por esto que si bien hay algo de la Naturaleza, (como dije, el sexo cromosómico y su expresión anatómica) también hay mucho de la Cultura (el género, el discurso social, la política) y un arduo trabajo subjetivo (la opción sexuada) en el hacerse hombre o mujer.
2- El Nombre:
Decía antes que de Nombre, esencia, amor y modelos se hacen el drama y la aventura del hacerse mujer. Voy a explicarme.
Hace algunos años vimos una película argentina llamada “Señora de nadie” . En ella se relataban los avatares de una mujer luego del divorcio. Es costumbre en nuestro país, y en algunos otros, que una mujer adopte el apellido del marido al casarse. Además, en el discurso social, es muy habitual que se designe a una mujer como la “señora (o la esposa) de” Por eso el título, ya que luego del divorcio, una mujer pasa a ser……señora de nadie…..Claro que una mujer, al igual que un hombre, llevan el apellido del padre, pero….¿qué hace que deba “suplementarse” con otro apellido su nombre? Si bien es posible el análisis sociológico de esa costumbre, también podemos reflexionar acerca del por qué de ésta costumbre, desde el punto de vista de la subjetividad.
La canción del epígrafe, dice en una de sus estrofas:

“Yo viví/Como en sombras, dormida/Sin sentir la más leve emoción/Una vez me dijeron, querida/Y esa voz mi letargo quebró”

Hay una imperiosa necesidad de sentirse nombrada por alguien presente, por alguien encarnado. En la canción, se habla de “una voz” que dice “Querida”.
Ser nombrada, es entonces, una de las necesidades femeninas. No importa tanto como qué….(hija, esposa, hermana, enemiga, etc) .Claro que si es como “querida”, es mucho mejor…
Porque algo falla en el origen, hace falta suplementarlo. Y eso que falla en el origen es precisamente que no somos nombrados como mujer o como hombre, a pesar de que en nuestros nombres el género exista. Es decir: no hay en el primer nombre lo que dice sobre nuestro cuerpo sexuado.
Es más, podríamos decir que en el primer nombre que recibimos lo que hay es una alusión al genérico “ser humano”. De hecho, no nombramos a nuestros muebles, a nuestros objetos inanimados….Y si nombramos a nuestras mascotas es por la domesticación….que es acercarlas al género humano lo más posible. Por eso, el primer nombre casi es suficiente para el hombre…..pero en el caso de una mujer, se advierte de inmediato su falla.

3- No hay Universal que designe a una mujer:
Y es que no hay esencia de lo femenino. Que no haya esencia, aunque no se deja de buscarla, implica que no podemos definir universalmente a “La” mujer. Los seres humanos que se dicen mujer sólo se cuentan una por una. Esto es: hacen serie, pero no conjunto. De allí la X, el enigma, la incógnita, el misterio….pero también de allí la imperiosa necesidad de que algo oficie de Nombre. De nombre de mujer……

Yo decía que si la nominación se acompaña de signos de amor es mucho mejor, porque también “ser amada”, le presta a una mujer un poco de ser, un poco de esencia. De allí también la “necesidad de amor” en las mujeres……

Y es en base a esta “esencia ausente” y a ésta “necesidad”, que abundan los “modelos de mujer”.

4- Modelos de mujer:
En la canción se nos ofrece uno de ellos: soñadora, coqueta y ardiente. Pero los hay a montones. Desde las Diosas griegas: Hera, Venus, Helena….pasando por las “Preciosas” del clasicismo francés del siglo XVII; las intelectuales del siglo pasado; hasta las Jefas de Estado de la actualidad. Y ni qué hablar de las “modelos-modelos”, esas que desde las revistas provocan nuestra más “sana” envidia.

¿Cómo no advertir que nuestra madre no hace de modelo, en tanto que ella es Madre? Quizás lo sea para ésta otra faceta con la que contamos los seres humanos de anatomía femenina: la maternidad. Puede serlo como tal o como contra- modelo, pero ser madre no es lo mismo que ser mujer. Otro modo de decirlo: El modelo materno no responde a las preguntas por lo femenino. Y eso lo sabe todo aquel que haya dejado que se le formulara esa pregunta.

Volviendo entonces a nuestro tema: la búsqueda de modelos es inagotable para una mujer….ninguno encaja, ninguno responde exactamente, todos revelan su falla tarde o temprano. Tampoco sirven las “otras” mujeres…..ya que en todas advertimos la misma búsqueda, la misma falla. Por eso es que a veces, la “cofradía” de mujeres se conforma sobre esa misma falla. Aunque sin dudas….las mujeres tenemos muchas más dificultades que los hombres para el grupo social……

Que los modelos no nos alcancen también dice que el propio estilo es a construir, y que no hay universal para las mujeres, sólo hay una, una, una y Otra más……..

5- Los oasis para disfrutar:
Decía en mi libro “Lo femenino en la clínica” : “Una mujer es una especie de errante por el desierto de lo real que alcanza algunos espejismos pasajeros en su camino.”
Errante en su búsqueda incansable….y a veces, detenida en algunos oasis muy placenteros…..pero que al fin y al cabo demuestran su carácter ilusorio.
Oasis que podemos disfrutar, si nos lo permitimos……
¿No es un oasis el paisaje que se abre cuando alguien nos declara su amor y nos enamora? ¿No es muy placentero descubrir la senda que nos marca nuestro deseo? ¿No es tan satisfactoria la sensación de una obra terminada? Y así podría seguir, describiendo los múltiples oasis en los que una mujer puede detenerse a disfrutar en su enrancia.
Es dificultoso, es trabajoso y a veces es doloroso el hacerse mujer…….pero también ¡maravilloso!


6- El misterio de lo femenino:

“Ahora quiero/Y me aferro a la vida/Ahora mi alma comienza/A nacer/Puesto que una mujer/Que no sabe querer/No merece llamarse/Mujer”.

Así finaliza la canción, y me recuerda que hubo un tiempo en que se debatía acerca de si las mujeres tenían alma …..Parece que el alma femenina también debe nacer con el hacerse mujer….No viene de la Naturaleza, ni lo proporciona Dios.

Y el querer…. ¿será solamente el del amor? ¿O es que hay un “querer” que nos haría dignas del nombre Mujer?

Misterios de lo femenino, que le hizo decir al propio Freud: "El gran interrogante que nunca ha sido respondido y que aún no he podido responder, a pesar de mis treinta años de investigación en el alma femenina es: ¿qué quiere una mujer?"

La escucha psicoanalítica de mujeres, la exploración de lo que otros analistas han escrito sobre el tema y mi propia experiencia analizante me permiten hoy algunas reflexiones que me gustaría compartir con lectoras y lectores. Mi intención es aportar a un debate que lleva siglos y que hoy toma forma política ; pero que no deja de estar enraizado en lo que constituye uno de los problemas cruciales de la subjetividad: la diferencia de sexos.

Marzo de 2009

1 comentario:

  1. Gracias doctora...
    El texto nos parecio muy bueno.
    Gracias.

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